Las cosas que me gustan, le pido a mamá que me las suba al blog, porque aunque yo no sé leer,
no veáis lo bien que me manejo con el ratón, vamos que sé encender y apagar, tanto la tablet,
como el portátil de mamá con gran soltura :)
Y uno de los tesoros que guarda mi hermano, es un caballito de mar, que encontró su papá
en la orilla del mar hace muchisimos años, y que él regaló a mi madre.
Aunque yo no conocí a Alberto, porque murió años antes de que yo naciera, como me gusta
mirar fotos de papel, desde pequeña me familiaricé con la foto del papá de mi hermano.
Pues en momentos puntuales, muy puntuales, porque es muy delicado, le digo a mi madre si
puedo coger el caballito de mar? mamá me deja tenerlo sobres mis
manos , es tan pequeñito y bonito, que después de tocarlo, vamos a los libros
a ver más imagenes de éstos pececitos tan bellos.
Y aprovechando esta entrada, mamá quiere contar un chiste, que le contó Alberto hace muchos años,
y ella se siente así, identificada tantas veces.
Es un chiste de romanos, en la época que los romanos sacrificaban a los cristianos.(vaya chiste, para reir :()
Pues en esa época los romanos cogieron a un esclavo negro cristiano, y lo enterraron en la arena, y estaba en el circo romano, todo rodeado de romanos, y soltaron a un león, y del esclavo sólo sobresalía la cabeza.
Y corriendo el león fue hacía él, y le arranco una oreja, y todo el mundo vitoreaba al león, dió otro viaje
el león y le arrancó la otra oreja, y todos los romanos dando gritos de alegría.
Cuando el león, fue esta vez corriendo hacia el cristiano, éste cómo pudo abrió la boca, y le mordió, los
testículos.
y entonces el publico todos se pusieron a gritar: uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh negro, juega limpio!!!!
pues mamá, a veces se siente así.
martes, 13 de noviembre de 2012
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Pero que caballito más bonito, a mi también me gustaría tenerlo entre mis manos. Y la lección del chiste, soberbia, en esta sociedad demasiados juegan sucio, y cuando les devuelves la misma moneda, te exigen que juegues cómo ellos no hacen.
ResponderEliminarun beso enorme para ti y tu mamá.
gracias por tus comentarios. un abrazo
Eliminaruyyyyyyy pero que caballito, no sabía que eran tan pequeños.
ResponderEliminarY el chiste, me lo quedo, también para contarlo a mis amigos, porque es muy interesante. Un abrazo para las dos. Gemma.
un abrazo
Eliminaroye princesa....pero que suerte que tienes, no? tener un caballito de mar que puedes ver cuando tú quieras, no? con cuidadito, eso sí...pero lo puedes hasta tocar, no? jolín....yo no sabía que eran tan chiquitinos....amos! que pensaba que yo me podía subir en él.....si es que somo más tontos a veces.....y a mamá le dices que bueno.....que a veces las cosas no son justas.....pero tú recuerdale aquello de que a veces a cada cerdo le llega su San Martín...aunque el cerdo sea muy grande y esté en una pocilga llenita de puercos......
ResponderEliminarUn beso grande para las dos....pero a mamá...se lo das muy sonoro....vale?
Andaira, me hacen mucha ilusión todos los comentarios, pero los tuyos, es que es como si te tuviera aquí a mi lado. Un abrazo
EliminarUn beso REINA....
EliminarBuenos días, princesa.
ResponderEliminarComo desearía que tu madre no se sintiese así, pero como dice Andaira, a veces, la vida no es justa. Pero yo le envío los mejores deseos, para darle toda la suerte del mundo, porque eres una privilegiada por tener a tu mamá, y un caballito de mar, conozco muy pocas personas que tengan uno de verdad.
muchos abrazos, mimos, besos,... sólo cosas buenas para vosotras.
Gracias, Alfredo siempre tienes palabras para nosotras.
Eliminares requetebonito ese caballito de mar, yo tampoco sabía que eran tan chiquitines, no me extraña que sea un tesoro para tu hermano. y tu mamá tiene razón: normalmente dicen que juegues limpio, los que juegan sucio. Pero la verdad siempre cae por su propio peso. Un gran abrazo a la princesa y su reina de Juan Ramón.
ResponderEliminarGracias Juan Ramón por leernos. Un abrazo
EliminarHola princesita del mar, qué de emociones me has transmitido con tu historia. El caballito precioso, es como un talismàn en tus manos. Dile a tu mami que no se abata nunca, aunque los dìas muchas veces amanezcan nublados, luego sale el sol resplandeciente.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande a las dos
Chusa
Chusa, mi querida Chusa, sé que algún día coincideremos en el mundo real. Un abrazo, y me voy a verte a tu lareira.
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