lunes, 31 de octubre de 2016

Cuando la palabra Gracias, se queda pequeña


Hoy no tenía cole, así que mamá reservó este día para hacerme una limpieza dental. Desde hace 3 años, me las hago cada año, . Supuestamente, ya debería haber pasado la menstruación, pero este mes, al igual que el pasado se ha retrasado, así que estoy con los cólicos abdominales,  además hace 2 días tengo 2 llagas en la boca :(

Al llegar, ya me he sentado antes de entrar a la consulta del dentista y entrar ha sido complicado, he dado patadas y enganchado de la bata a la enfermera :(

Aún así, en un cambio de chip, he entrado y he conseguido sentarme en la silla, pero al poco de empezar, no he querido seguir y me he puesto violenta :( yo tampoco sé, qué es lo que me pasa, es un malestar global.

Mamá, entonces ha recordado lo que le dijo mi padre, cuando le comentó que tenía que hacerme la limpieza "te gusta hacerselo  pasar mal  a la niña, por crearle situaciones complicadas, por tu capricho"

Pero las palabras del dr. diciéndole a mi madre, "hay que volver a intentarlo, no tiene caries y hemos de prepararlo mejor la próxima vez, a primera hora, con un calmante",  Gracias, por no darse por vencido, al igual que mi madre, la próxima vez lo conseguiremos.

Y desde aquí, mi madre no tiene palabras, está emocionada de personas ajenas, se involucren, incluso Nieves, que le dí una patada antes de entrar, con su ayuda he conseguido controlarme y salir de la consulta.
Gracias, Centro Médico Bruguers Diagonal, por la profesionalidad, pero sobre todo por la humanidad.

Esta semana, una persona comentó a mamá que se había visto el circo de las mariposas que le gustó tanto, que se lo había mostrado a su hija y amigos.

El circo de las mariposas, siempre aprendiendo de él, cuando el protagonista escupe al Sr. Mendez y él contesta: no pasa nada, es mi culpa, tal vez me acerqué demasiado,  tan cierto en el caso de mi autismo, tan arisca, a veces :(

... Porque tú mismo lo crees, si supieras cuanta belleza puede salir de las cenizas...

Y damos las gracias, a todos los que encontramos en el camino, con la misma gratitud que la mamá del niño que va con muletas, un gracias lleno de esperanza.

Para que la oruga, se transforme en mariposa, no se puede romper el capullo desde fuera, sólo lo puedo hacer yo desde dentro , y mi madre tiene tanta confianza que lo haré, que yo también lo creo. Mi madre no dejará de intentarlo, una y otra vez, voy a cumplir pronto 18 años y quizás no el próximo año, pero al final, aún con mi autismo, conseguiré  transformarme en mariposa. Estoy en la época más  complicada de las personas, la adolescencia, pero estoy rodeada de buena gente, que vuelven a darme otra oportunidad y no traspasan esa responsabilidad a otros, para librarse de una situación complicada.

GRACIAS, a todos los que ven a mamá, con su mochila pesada y no miran hacia otro lado, al contrario, se la sujetan, para que podamos conseguir nuestros objetivos.

Mañana, la castañada, pero eso ya será otra historia.

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